viernes, 11 de junio de 2010

Un captaire a París




Y perfumes se huelen por doquier en esta ciudad, pero no en este rincón, donde se encuentra el vagabundo.
El día está nublado, no llueve pero es gris, y el vagabundo camina, lento pero sin parar, buscando algo, alguien que lo ayude, buscando una solución, pero no la encuentra.
Los años sin pelo siquiera lo dejaron, la espalda encorvada y la cabeza al frente, junto con su gorro.
Camina solo, mientras mira adelante, la gente no pasa, pero él camina igual, mientras huele los perfumes que lo rodean.
Y la gente es indiferente con él, pero no puede hacer nada contra eso, no hay una solución contra eso, más allá que esperar la solución que nunca llegará.

Martín Techlowiek (Un captaire a París, Isidre Nonell 1897)

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