miércoles, 16 de junio de 2010

Sueño


El otro lado. Allí donde el tiempo no transcurre, donde las preocupaciones desaparecen, es aquel lugar al cual los problemas del mundo real no pueden llegar, creando un mundo mágico, casi perfecto.

Se alcanza el punto máximo de relajación. Se alcanza la profundidad. La sensación de caer en un pozo o estar en la nube más alta, que nada ni nadie puede alcanzar.

Y entonces es cuando todo se precipita. Hay tensión. Puede que todo termine. En este momento se pueden conectar los dos planos; o no.

Por eso este lugar es frágil. La cabeza, los ojos, la nariz, el cuerpo, se encuentran inestables, pendiendo de aislantes que cuando sienten hasta el más insignificante cambio o movimiento deshacen (desarman) la cabeza, esfumando y terminando con el sueño.


Patricio Álvarez (Sueño, Salvador Dalí, 1937

No hay comentarios: