jueves, 24 de septiembre de 2009

Compromiso inquebrantable

Se acomodó sutilmente en el asiento y miró por la ventana aquel cielo gris. Recorrió con la vista las frías gotas que caían sobre el vidrio mientras el tren avanzaba, anulando con frenesí todo pensamiento rencoroso. Se maldijo por lo bajo cuando las primeras lágrimas rodaron por sus mejillas y evitó la mirada de la señora sentada enfrente que lo contemplaba sin cesar. Se volvió a acomodar, pero esta vez con torpeza. Sacó un papel del bolsillo y, leyendo rápidamente el contenido, observó un momento la firma plasmada en el y lloró con más fuerza. Pero ya no había vuelta atrás. El tren se detuvo y las luces se apagaron.. Las sombras se agitaron en el bagón, y afuera el viento sacudió con fuerza las copas de los árboles mientras la lluvia caía con más intensidad. La gente comenzó a gritar y él se paró, ahora impávido. Era hora de comenzar a actuar. Había que cumplir lo prometido.
Paula Deak

jueves, 3 de septiembre de 2009

Destinos mutilados

Gritos
Súplicas
Eso era lo que se escuchaba
En la casa de al lado
Miró por la ventana
Y vio como se la llevaban
Si se la llevan es por algo
Pensó
Pero nunca pensó
Que en la casa de al lado
Nada
Volvería a ser lo mismo

Paula Deak