domingo, 28 de noviembre de 2010

¿Alguno tiene carpa?


-Alguno tiene carpa?
-Yo sí, pero la estoy usando.
-¿Cómo que la estas usando?, si estás acá.
-Sí, pero la estoy usando.
-No entiendo, ¿En dónde estás?
-En todos lados, justamente por eso siempre la estoy usando.
-¡¿Cómo que estás en todos lados?! Uno no puede estar en todos lados!
-Yo sí, vivo de mis sueños, estoy dónde quiero y hago lo que quiero.
-¿Lo que quieras?. Una persona no puede vivir así, ¿no trabajás? ¿no vas al colegio? ¿No tenés obligaciones?
-No, no y no. Una persona sí puede vivir así, de hecho yo lo hago y como te habrás dado cuenta yo también soy una persona. Y si hago cosas: camino, recorro el mundo, conozco gente y hasta lugares rarísimos de los que nunca escuchaste, sigo caminando, fumo, medito. Siempre solo con mi carpa, solo ella y yo, por eso no te la puedo prestar, siempre estamos juntos y nunca nos vamos a separar.

Mariano Beldorati

Vida complicada

Lo primero que recuerdo es a mi vieja dándose un pase de merca, no fue la última vez, pero tampoco la primera. Creo, por ésto y por todo lo que tuve que atravesar en mi vida, tengo los problemas que hasta hace poco no podía superar.


En fin, nací en Colombia en el año 1976. Mi viejo fue un famoso narcotraficante y mi vieja, en base a su adicción, se casó con ese forro, al que solo le importaba la guita.


Toda mi vida intenté escapar de ese mundo, ese mundo de drogas, dinero y venganzas. Hay días que me costaba más que otros, pero siempre hice lo posible, se lo juro.


A mis 17, otra familia narco colombiana hizo estallar el auto de mi mamá, en realidad, ella no tenía nada que ver con la venta, pero pertenecía, al igual que yo, a esta familia de mierda. Nunca pude superarlo y ese fue el momento en que caí yo también.



Después de eso decidí irme a Miami porque no podía seguir viviendo con tanto miedo en mi país. Apenas llegué me cambie el nombre, mi pelo y mi forma de vestir. Poco después pude conseguir un trabajo en una pescadería, no era gran cosa pero por lo menos tenía comida y donde dormir y a causa de la poca plata que tenía cada vez consumía menos hasta que hace unos cuantos años no la necesité mas.



En el 2002 conocí a unos chicos muy buena onda que buscaban un cantante para su banda de cumbia. Yo tal vez no era excelente cantando pero tampoco pensaba que era malo, así que decidí unirme a ellos para hacer algo diferente y desde ese entonces nunca nos separamos. Comenzamos tocando en un galpón, poco a poco en bares, luego en fiestas y ahora podría decirse que nos hicimos famosos, a finales del año que viene grabaríamos nuestro 3er CD. Ya no necesito hacer otra cosa más que mi música para vivir. Podría decirse que la cumbia me dio la vida que nunca tuve y siempre quise tener

Mariano Beldorati

Pregunta compleja


¿Por qué cuando hace más frío, más desnudos quedan los árboles?

Siempre pensé que la nada era mucho y que el silencio lo explicaba todo. Con el tiempo uno se consume, se desgasta, se pierde. Y lo peor es que no se da cuenta hasta el final.
Pero es así, es la ley de la vida. Desnudarse frente al Dios más oscuro y dejarse llevar por el ruido de las velas.
Los árboles también son así: se lucen con el viento y sus cantares, con el tiempo y sus amores. Y con el frío se desnudan frente al Dios más lejano y se dejan llevar por el ruido de lo inalcanzable.

Sabrina López, 23-11-10

Biografía ficticia

Bautizada con el nombre Ashely Heather Minesota, nací en el archipiélago de la Reina Carlota. La discapacidad en mi pie izquierdo, la cual me acompaña desde el día de mi nacimiento, no me impidió poder desarrollar una vida perfectamente normal.

Aunque criada en cautiverio, puede desarrollarme libremente. No tengo quejas acerca de ello, ya que tuve la posibilidad de acceder a una buena educación y graduarme con honores. Paradójicamente, elegí estudiar carreras relacionadas con el diseño y la imagen; aunque no me destaco especialmente por mi buen aspecto. En estos momentos una capa de color azul con puntitos violeta y antenas con estrellitas de color amarillo me acompañan. Aunque claro, esto cambia periódicamente.

A la edad de veinte años un golpe de fama tocó a mi puerta y pude cumplir el sueño de ser estrella pop y cantar junto al clon número ciento doce de Britney Spears. Desafortunadamente, este reconocimiento fue momentáneo y la fama se fue como llego. Sin embargo pude superar esto gracias a mi mejor amigo, el conde Monsieur Micron.

Mi vida amorosa tampoco fue grata, y si pudiera me gustaría omitirla. Pero no puedo, necesito incluirla. Mi primer y único amor fue una rata, a la que ya no tengo a mi lado. Desde ese episodio no volví a ser la misma.

Actualmente, trabajo como diseñadora de imagen en televisión. La remuneración es buena y respetan mis derechos. Contemplan mi discapacidad, por lo que tengo acceso a un estacionamiento especial. Además, las vacaciones son pagas y cumplen con los feriados que me corresponden.

Hoy, 29 de Abril me encuentro escribiendo mi biografía. Si olvidé mencionarlo, porque además de histérica suelen tildarme de olvidadiza, soy una serpiente con estudios universitarios.

Adriana Salón

Carta de un suicidio

Carta de un Suicidio

Mamá:
No te lo dije antes porque no quería que te preocupases, pero ahora que nunca más vas a verme, no debería sentirme mal por las palabras y la situación (o confesión) que estoy a punto de hacer.
Esa tarde, que llegué de noche a casa, ese 15 de mayo de 2009, no volvía de la casa de Agostina… Volvía de mi pesadilla vuelta realidad. Por eso no comí, por eso me fui a dormir temprano. No te diste cuenta porque estabas peleando con papá sobre por qué lo habían echado del trabajo y no quise sumarte otro problema. Tampoco lo hablé con nadie porque supe que te lo contarían y no quería eso, cuando te enojabas siempre me decías “Tu papá y yo no te queríamos, sin embargo te tuve, y ahora mirá como me pagás”. Así como supe que no lo decías en serio -igualmente me caía muy mal que lo dijeses-, supe que no debía contártelo. Ahora ya nada importa, tomátelo como quieras o como puedas.
Llovía y no quería mojarme, por eso me tapé con la carpeta verde que me habías comprado hacía 10 días. En la estación de tren, un señor se dio cuenta de mi descontento, y me ofreció su tapado. No accedí, pero igualmente me empujó hasta la esquina de la boletería. Llevaba un pantalón de vestir gris, y dicho tapado haciendo conjunto. Abrió su sacón y me mostró lo que tenía dentro: una pistola. Imaginate que no supe reconocer que tipo de pistola era. Imaginate mi terror al ver algo que no creía. Imaginate mis lágrimas, camufladas por la lluvia, rogándole que no me hiciese nada.
Pero no me escuchó y actuó como si nada, como si no existiese nadie que pudiera vernos. Es verdad, no mucha gente podía hacerlo, pero sí creo que por momentos podían escucharme gritar; los momentos en que no me tapada la boca con ésa mano llena de sangre, mi sangre, repugnante, asqueroso. Incluso las cosas que me decía.
Realmente, nunca pensé que me iba a pasar algo así, pensé que éste tipo de cosas sólo pasaban en el Noticiero del 12, con la conducción de Andino, con su cara afligida, pidiendo que no se repita.
Después de eso, volví a verlo una sola vez en la calle, me dio un papel. Éste papel tenía anotados la dirección de casa, nuestro teléfono, y el teléfono al que debía llamar para que no les pase nada a ustedes. Bueno, llamé.
Mamá, sé que es casi imposible que vayas a cumplir con lo que voy a pedirte, más porque ya no estoy ahí y eso pasó hace tiempo, pero, por favor, no intentes buscarme. Si lo hacés, nos van a destruir a todos, los van a dejar sin familia, sin alma, sin esperanzas.
Hubiese preferido mentirte, pero tenés derecho a saber cómo fueron en realidad las cosas.

Te ama, desde donde esté,
Tu Hija

Sabri Lopez

Desinformación

Llegue corriendo muy ansioso a la cabina. Necesitaba más información del lugar y no sabia si ella podía dármela. Me encontré con una secretaria haciendo ruidos con la lengua y el paladar. Me dijo que le brinde una segunda versión de la pregunta mientras se tocaba su prenda intima. De pronto, se hizo un silencio y yo estaba sin comprender. “Cuente” me dijo. “Le repito, yo ya estoy comido y bebido. Solo necesito una cama” me recomendó una hostería.
La característica más notable de esta era que olía a frituras. En las paredes, había cuernos y cabezas de animales. Sin dudas había un cazador oculto entre los presentes. “dios me guarde” dije en voz alta sin poder contenerme.
Me aterró la idea de que había un asesino cerca. En un rincón, las vi. Viejas, bien vestidas, y parlanchinas. Unas típicas arpías. Estaba rodeado de muchos personajes casi tenebrosos. Me escabullí de sus miradas hasta encontrar la salida, pero la puerta estaba bajo llave y ya empecé a convertirme en uno de esos personajes.

Aylen Gottardi.

Maldito despertador


Me descubrí caminando en una especie de lugar desconocido, que después se volvió el colegio. Cambió de repente , y se convirtió en el pasillo ese, tan monótono que siempre recorría para ir al aula. No sé bien por qué, pero tenía ganas de entrar al aula, aunque no tenía la mochila ni nada escolar cerca. Aún así, cuando entré en el aula había un clima extraño, como de jolgorio y fiesta, como de broma que no entendía...
Estaban todos de pie frente a los bancos, cada uno parado frente a su silla, sonriendo y mirándonos de manera cómplice a él y a mí. Él, estaba parado justo en frente mío, los dos estábamos parados en el espacio entre el pizarrón y el escritorio. Nuestros compañeros se reían, pero de felicidad. Algunos hacían onomatopeyas de complicidad, para nada sutiles... Y él se me acercó. Mucho. Los demás empezaron a aplaudir.Lo tenía a centímetros de mi rostro cuando un horrible ruido de despertador me devolvió al mundo, como si un ladrillo gigante con la palabra "Realidad" me cayera de golpe en la cabeza. Esa mañana me levanté rezongando y odié a todo el mundo. ¿Qué le costaba al tiempo retrazarse cinco minutos más?

Paula Alvarez

Órgano destructor

Planes. Muchos planes. Un abanico de planes. El futuro los esperaba ansioso. Como todos, el tenia defectos. Como todos, ella también. Solo se tenían el uno al otro.
El dinero era la traba principal que los impedía alcanzar ese futuro. La idea de una familia era inalcanzable para ellos sin dinero.
El pasaba noches enteras intentando conseguirlo. A pesar del amor, los planes y el futuro juntos, se sentía solo. Se colgaba de una botella en busca de esa compañía. Tenía necesidad urgente de ese futuro, y cada noche era mas larga. Eterna. Iba, jugaba, perdía.
Los nervios y la tristeza hicieron que ella se enferme. Era mas urgente conseguir un donante para ella que el dinero y el no lo supo ver. Siguió y no paro. No solo perdió todo lo material; sino que la adicción le hizo perder su higado.
Un día, jugo lo ultimo que le quedaba y gano. Gano y recupero lo que habia perdido y mucho más.
Cuando quizo disfrutar el momento con ella, ya era tarde. Ahora si estaba solo y era responsable de ello. Responsabilidad que no soporto y que obligo al alcohol llevarlo con ella.

Aylen Gottardi.

domingo, 7 de noviembre de 2010

TzzzTzzzz”: la asombrosa vida de Ashley Heather Minnesota.

Hace mucho mucho tiempo, en el Archipiélago de la reina Carlota, nací yo, una bella criatura. Mi piel escamosa era color azul como el mar y estaba manchada de numerosas pecas violetas, mientras que en mi cabeza resaltaban dos hermosas antenas adornadas con estrellitas doradas es sus puntas (una por cada antena). Mis padres (un árbol y un paquete de ricota) me llamaron Ashley Heather Minnesota en honor a las víctimas del último holocausto lácteo.

Con un gran esfuerzo monetario lograron inscribirme en una hermosa escuela privada (“Nuestro señor Zulma Lobato”),donde recibí la mejor educación primaria y secundaria posible del país. Fui una serpiente criada libremente en cautiverio, y me gradué con honores.

Mi juventud fue algo bastante triste. Mi primer amor, es algo que recuerdo con mucha pena.. La recuerdo como si la estuviese mirando en este mismo momento a los ojos, a aquella hermosa rata de campo llamada Leticia. Sí, Leticia y yo éramos del mismo sexo, pero aquello no me importó. No pude evitar ponerme nerviosa cada vez que me miraba a los ojos, no pude evitar ponerme contenta al verla llegar todos los días a clase de piano en el conservatorio, no pude evitar pensar en ella todas las noches ni verla de lejos todos los días. Se volvió mi mejor amiga en el conservatorio, y ambas nos hicimos muy unidas. Yo siempre supe que sería algo más visto que dos personas del mismo sexo se enamoren, sabía que no era muy aceptado, pero me nada de eso me importó ¡La sociedad no me impondría de quién me tendría que enamorar! Así fue como me animé a invitarla a salir un día, juntando fuerzas de no sé dónde, tal vez de algún lugar recóndido de mi ser , tal vez de mi subconsciente enamorado, pero la cuestión es que lo hice. Y esa cita fue algo mágico, fue increíble, pero tuvo su pequeño problemilla, del cual nunca pude olvidarme… Estando sentada en frente de ella, viéndola a los ojos, sentí algo que nunca había sentido antes, una sensación muy extraña que invadió cada célula de mi cuerpo, cada pensamiento en mi mente. Me sentí llena de un instinto animal del cual nunca me había percatado… Devoré a Leticia de un mordisco, y así murió en mi estómago. Mi primer amor había muerto, y por mi culpa: nunca fui la misma desde entonces.

Más allá de mis penurias amorosas, a los 20 años cumplí uno de mis más grandes sueños: luego de ganar un concurso televisivo para ser cantante pop, me volví una super estrella y tuve el honor de compartir uno de mis recitales en vivo desde el Estadio de River con mi ídola, el clon número 112 de Britney. Mi mejor amigo filmó todo el recital desde las plateas.

Siempre tuve la ayuda y compañía de mi amigo francés, Monsieu Micron. Fue un gran apoyo en momentos de duda, dificultad y crisis nerviosa. Estoy en deuda con él. Y se lo agradeceré toda mi vida.

Algo que siempre me afectó fue mi grave problema al nacer, ya que nací sin pie izquierdo, por lo que hoy en día, ya retirada del mundo del espectáculo, gozo de un estacionamiento especial a causa de mi discapacidad. Trabajo como diseñadora de imagen en radio y televisión, y muchas veces mis compañeros de trabajo me tildan de “histérica”. ¡Lo que pasa es que ellos no saben lo que es la menstruación!

En fin, para terminar de describirme en primera persona sólo me basta agregar que mi comida favorita es el chucrut, que mi color favorito es rosa salmón y que mi pasatiempo favorito es cortar lechuga.

Que la paz del yogurt sea con ustedes, y que Stella Marys los bendiga.

Paula Alvarez