domingo, 7 de noviembre de 2010

TzzzTzzzz”: la asombrosa vida de Ashley Heather Minnesota.

Hace mucho mucho tiempo, en el Archipiélago de la reina Carlota, nací yo, una bella criatura. Mi piel escamosa era color azul como el mar y estaba manchada de numerosas pecas violetas, mientras que en mi cabeza resaltaban dos hermosas antenas adornadas con estrellitas doradas es sus puntas (una por cada antena). Mis padres (un árbol y un paquete de ricota) me llamaron Ashley Heather Minnesota en honor a las víctimas del último holocausto lácteo.

Con un gran esfuerzo monetario lograron inscribirme en una hermosa escuela privada (“Nuestro señor Zulma Lobato”),donde recibí la mejor educación primaria y secundaria posible del país. Fui una serpiente criada libremente en cautiverio, y me gradué con honores.

Mi juventud fue algo bastante triste. Mi primer amor, es algo que recuerdo con mucha pena.. La recuerdo como si la estuviese mirando en este mismo momento a los ojos, a aquella hermosa rata de campo llamada Leticia. Sí, Leticia y yo éramos del mismo sexo, pero aquello no me importó. No pude evitar ponerme nerviosa cada vez que me miraba a los ojos, no pude evitar ponerme contenta al verla llegar todos los días a clase de piano en el conservatorio, no pude evitar pensar en ella todas las noches ni verla de lejos todos los días. Se volvió mi mejor amiga en el conservatorio, y ambas nos hicimos muy unidas. Yo siempre supe que sería algo más visto que dos personas del mismo sexo se enamoren, sabía que no era muy aceptado, pero me nada de eso me importó ¡La sociedad no me impondría de quién me tendría que enamorar! Así fue como me animé a invitarla a salir un día, juntando fuerzas de no sé dónde, tal vez de algún lugar recóndido de mi ser , tal vez de mi subconsciente enamorado, pero la cuestión es que lo hice. Y esa cita fue algo mágico, fue increíble, pero tuvo su pequeño problemilla, del cual nunca pude olvidarme… Estando sentada en frente de ella, viéndola a los ojos, sentí algo que nunca había sentido antes, una sensación muy extraña que invadió cada célula de mi cuerpo, cada pensamiento en mi mente. Me sentí llena de un instinto animal del cual nunca me había percatado… Devoré a Leticia de un mordisco, y así murió en mi estómago. Mi primer amor había muerto, y por mi culpa: nunca fui la misma desde entonces.

Más allá de mis penurias amorosas, a los 20 años cumplí uno de mis más grandes sueños: luego de ganar un concurso televisivo para ser cantante pop, me volví una super estrella y tuve el honor de compartir uno de mis recitales en vivo desde el Estadio de River con mi ídola, el clon número 112 de Britney. Mi mejor amigo filmó todo el recital desde las plateas.

Siempre tuve la ayuda y compañía de mi amigo francés, Monsieu Micron. Fue un gran apoyo en momentos de duda, dificultad y crisis nerviosa. Estoy en deuda con él. Y se lo agradeceré toda mi vida.

Algo que siempre me afectó fue mi grave problema al nacer, ya que nací sin pie izquierdo, por lo que hoy en día, ya retirada del mundo del espectáculo, gozo de un estacionamiento especial a causa de mi discapacidad. Trabajo como diseñadora de imagen en radio y televisión, y muchas veces mis compañeros de trabajo me tildan de “histérica”. ¡Lo que pasa es que ellos no saben lo que es la menstruación!

En fin, para terminar de describirme en primera persona sólo me basta agregar que mi comida favorita es el chucrut, que mi color favorito es rosa salmón y que mi pasatiempo favorito es cortar lechuga.

Que la paz del yogurt sea con ustedes, y que Stella Marys los bendiga.

Paula Alvarez

1 comentario:

Anónimo dijo...

al final Lo terminaste de escrivir (¬¬) ke bueno, es genial, era lo ke esperabamos de la pekeña ashley♥ jajajajajaja feliz navidad ^^