viernes, 20 de febrero de 2009

La poesía

Y fue a esa edad... Llegó la poesía
a buscarme. No sé, no sé de dónde
salió, de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran
palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba.

Yo no sabía qué decir, mi boca
no sabía
nombrar,
mis ojos eran ciegos,
y algo golpeaba en mi alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo solo,
descifrando
aquella quemadura,
y escribí la primera línea vaga,
vaga, sin cuerpo, pura
tontería,
pura sabiduría
del que no sabe nada,
y vi de pronto
el cielo
desgranado
y abierto,
planetas,
plantaciones palpitantes,
la sombra perforada,
acribillada
por flechas, fuego y flores,
la noche arrolladora, el universo.

Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran vacío
constelado,
a semejanza, a imagen
del misterio,
me sentí parte pura
del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el viento.
-PABLO NERUDA- Memorial de Isla Negra

martes, 3 de febrero de 2009

¿El fin de la infancia?

Y amaneció,
y me encontré guardando luto por una infancia
que pensé que había desaparecido.
Miré a la ventana y vi a una urraca en el arco iris,
la lluvia se había ido, no estaba solo, volteé al espejo y te vi.
El niño que una vez amé.
El niño antes de que rompieran su corazón, nuestro corazón,
el corazón que creía perdido.
Oye, ¿sorprendido? más que sorprendido
de encontrar que las respuestas a las preguntas
estuvieron siempre en tus propios ojos.
¿Te das cuenta de que a ella se lo devolviste?
Pero eso sólo sería revisado en todos los problemas
que una vez conociste tan falsos,para que ella tenga que continuar con su vida
y tú tengas que continuar con la tuya.
Por eso veo que soy yo, podría hacer cualquier cosa
y sigo siendo el niño,
pues lo único desubicado era mi dirección, y encontré la dirección.
No hay fin de la infancia.
Porque eres mi amigo de la infancia, guíame.
Oye, sobreviviste; ahora has llegado para renacer en la sombra de la urraca.
Ahora te das cuenta de que tienes que salir de aquí.
Has encontrado la luz guía del destino
ardiendo en las cenizas de tus recuerdos.
Quieres cambiar al mundo,
te has resignado a morir como un rebelde quebrado,
pero eso era mirar hacia atrás.Ahora has encontrado la luz.
Tú, el niño que una vez amé.
El niño antes de que rompieran su corazón, nuestro corazón,
el corazón que creía perdido.
Por eso soy yo, ya veo. Podría hacer cualquier cosa y sigo siendo el niño,
pues lo único desubicado era mi dirección, y encontré mi dirección.
No hay fin de la infancia.
Soy tu amigo de la infancia, guíame.
Marillion
(Enviado por Eugenia Torre)