Autorretrato de Milagros Perez

Me gusta decir que soy una flor. Una amapola, en realidad, porque son rojas. Como yo. Pelo rojo, niña roja, niña lágrima. Lloro mucho, pero estoy bien. Las flores están bien, sobre todo afuera. Yo también. Y yo también crezco con sol y con agua (aunque de mar) pero también con música. Con Blonde on Blonde de Bob Dylan y Horses de Patti Smith. Me gusta la música, hace que crezca contenta. Como un tulipán. También son un tulipán. Son de muchos colores como yo. Ropa de colores, niña de colores, niña loca. Pero loca linda. Soy linda, aunque a mi manera, pero está bien. Lola lola igual no tanto, solo un poco inestable. Pero uno se acostumbra. Me gusta reirme de mi, de mi locura y en mi locura. Las cosas son muy tristes si no me río y no me gusta, aunque no suelo estar triste. Solo soy un poco melancólica. Pero las flores también se ponen melancólicas de noche. Igual, yo no me alimento de sales minerales, sino de libros, de películas y de postres. Me encantan los postres, me hacen feliz. También me encantan las caminatas largas, las películas de ciencia ficción, los pintalabios de colores, el sonido de un violín, el olor a mandarina, las mañanas, la gente, los gladiolos y las margaritas. Aunque todas las flores me gustan en realidad. Porque yo soy una flor y yo me re gusto.