martes, 14 de septiembre de 2010

¿Por qué?

Ella se encontraba perdida, excluida de todo tipo de contacto humano. No entendía el por qué Estaba sola en ese lugar con tanta oscuridad. El temor no la invadió, pero sí la desesperación. Hizo 3 o 4 pasos hacia delante y logró ver un pequeño rayo de luz que provenía de afuera; siguió caminando y mientras lo hacia se dio cuenta que el lugar en donde estaba era húmedo y sentía movimientos por debajo suyo, como si hubiera algo deslizándose, pero ella en medio de tanta oscuridad no captaba nada, hasta que el rayo de luz alumbró sus pies y se dio cuenta de que esas “cosas” que se deslizaban eran serpientes, estaba en medio de un serpentario, y adentro de una cueva. En ese momento comenzó a correr hasta encontrar la salida. Por fin llegó, pero al irse asomando de a poco hacia fuera vio que estaba en una playa, casi a orillas de ella. De pronto escuchó voces y ella al mismo tiempo se escondió para que no la viesen. Las voces provenientes eran de personas cubiertas con una túnica negra, caminaban como sonámbulos, es decir medio dormidos, sus cuerpos de inclinaba de un lado a otro.
Esas personas se habían reunido ahí llevando cada uno un material diferente, ella notaba que eran terroríficas. Comenzaron esa reunión como si fuese un ritual. Desde lejos ella creyó ver a una gallina a la cual dos personas agarraron y comenzaron a desplomarla con mucha crueldad. De pronto vio que uno de ellos sacaba una pócima de sus bolsillos, de aquel frasco rojo salía vapor; comenzaron a introducirle polen de abejas.
Ella al ver esto se sintió totalmente perdida no entendía como llego a ese lugar y por que esa gente hacia lo que estaban haciendo. Mientras se lamentaba, escuchó un crujido como si fuesen pasos acercándose hacia ella, y sintió mucho temor, apretando los dientes de desesperación se imaginó que la persona que se le acercaba iba a querer matarla y se puso peor aún, de pronto se acordó que en uno de sus bolsillos tenia un pequeño cubilete de hierro y pensó en defenderse con eso. Pero luego escuchó que los pasos seguían de largo, no iban por ella. Al volver la vista donde estaban los demás notó que diez de ellos tenían guantes rojos, y los otros siete no tenían calzado, esto le pareció un poco raro pero no le tomo importancia. De pronto vio que aquel hombre quien pasó cerca suyo había ido a buscar un cerdo, y como planta carnívora comenzó a despedazarlo con los dientes, hasta conseguir extráele su médula espinal, también iba cortándole los pezones uno a uno. Ella sin querer seguir viendo lo que sucedía allá fuera, se dio media vuelta y se sentó con la espalda hacia ellos. De pronto sintió frió mucho frió y una punzada horrible en la pierna derecha, estaba sangrando. No podía creer como no se dio cuenta en el momento en que la serpiente la mordió, comenzó a sentirse débil y lívida, sin sentido arañaba las paredes. Finalmente cayó al piso sin más fuerzas y al irse cerrando sus ojos vio a alguien con cara de hambriento que se le acercaba, imaginándose lo que iba a pasar con su cuerpo lo único que dijo fue “llévame contigo, ahora” y sus ojos se cerraron.
Al volver a abrir los ojos no podía creer que seguía viva, se encontraba en su casa, en su cama. Si, al parecer todo había sido mas que una pesadilla, una terrible pesadilla.


Estrella Gómez.

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