lunes, 19 de julio de 2010

No llegan ni a mariposas


- ¿Estás seguro que es Alicia? – preguntó La flor

- Claro que es Alicia, ando días buscándola ¿Crees que la traería si no fuera la Alicia correcta? – respondió el Sr. Conejo

- Pues para mi no es la Alicia que estamos buscando – replicó la oruga

No eran necesarias las palabras de nadie, porque no las necesitaba, no las buscaba y no las quería. Solo podía ser mejor porque no había nadie peor. Él estaba bien así. Tus palabras solo fueron una mancha. La quisiste limpiar y borraste la sonrisa. Esas sonrisas no se pueden ir así, hay sonrisas que se borran con el tiempo… es como cuando nace un bebé antes de los nueve meses… hay algo que no esta bien, capaz después no pasa nada y vive tranquilo el resto de su vida, pero al principio nadie piensa que esta bien.

Eso pensaba mientras lo seguía sin que se diera cuenta, barranca abajo.

El tema es que Dani hace un tiempo que estaba enganchadisimo con Alicia en el país de las maravillas. Se sabía algunos diálogos de memoria y no paraba de repetirlos. Se encerraba en el baño solo y se pasaba horas ahí adentro repitiéndolos una y otra vez. La tía Mirtha decía que no era normal, el tío Héctor nos recomendaba a los mejores psicólogos de la ciudad.

Un día fuimos a la casa de nuestros súper fabulosos mega tíos. Festejaban el cumple de su gato Seymour. El gato era genial, negro con los ojos verdes. La cuestión es que en la comida, Dani, quería que a su pollo al espiedo lo hagan puré porque le gustaba tomarlo con pajita, en casa nunca lo hizo, pero creo que lo vio en la televisión y tenia ganas de hacerlo. ¿Para que? La tía dijo que era un primitivo y el tío Héctor lo veía como potencial caníbal cuando crezca, que lo teníamos que llevar a un criadero de cerdos. A Dani no le molestaba nada de eso, ni se inmutó, pero el tío Héctor saltó los limites. Le arrancó la silla y agarrándolo del pescuezo le dijo que las orugas son insectos asquerosos que no llegan ni a mariposas.

No parece grave, pero que me importa. Cada uno sabe qué se tiene que decir y qué no en su familia.

Ahora barranca abajo con una caja VACÍA bajo mi brazo perseguía al tío Héctor.

Minutos mas tarde, con un pasamontañas sobre mi cabeza le dije:

- ¿Estás seguro que es Alicia? – preguntó La flor

- Claro que es Alicia, ando días buscándola ¿Crees que la traería si no fuera la Alicia correcta? – respondió el sr. Conejo

- Pues para mi no es la Alicia que estamos buscando – replicó la oruga

Asi arranqué mi discurso asesino, con voz de Terminator, frente a mi tio, que sin saber de quien ni de que se trataba se veía como el excremento de mi criadero de cerdos.

- Shshs cállate y deleita estas orugas sabrosas que eh traído para ti – pensé en dejarlo decir sus últimas palabras, pero siempre zafan y además es bastante charlatán a si que mejor que lo joda a dios. Estaban bastante crocantes porque se escuchó el masticar jugoso de sus preciadas amigas, al rato empezaron a revolotear en su estomago.

- Eheh ¿viste que se convierten en mariposas? – cerró los ojos y volví con la caja, ahora sin orugas, pero muy LLENA bajo el brazo.

Mauro Litvak

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