Soy Federico Carelli, tengo
dieciséis años, adoro los videojuegos y la única cucharita que conozco es la
que me da mi vieja cuando me hace la sopa.
No saco a pasear al perro porque
tengo un jardín, pero tampoco me apetecen las flores. Soy una persona misteriosa,
o que intenta serlo, bueno, soy un pelotudo que se siente bien haciendo pensar
a la gente, y pensando yo mismo para hacer pensar, y quienes no piensan
deberían empezar a pensar, porque el que piensa siente, y el que siente expresa
y bueno, donde duele inspira, ¿no?
Creo en el arte, creo en los ojos
de la gente cuando miro bien adentro de su alma, pero más creo en que cada día,
me es más fácil manipular gente. Ya sé, suena cruel, pero no se crean, es
divertido, es jugar, pero jugar como un pibe grande.
Me gusta jugar a la pelota,
aunque soy ese defensor que prefiere partir una pierna antes que definir el
partido, no sé, será esa satisfacción que te da cubrirle la espalda a la
primera línea que trata de que ganemos más que los defensores, aunque eso lo
pongo en duda.
Escucho y hago rap, hace al menos
tres años. Tengo un tatuaje en el brazo. Me expandí el lóbulo. Nunca nadie
desentrañó detalles ocultos en mí que significan algo como, por qué me peino
así, o por qué al escribir en facebook lo hago con tildes y respetando todas
las reglas ortográficas a mi alcance. Me acabo de dar cuenta que soy un
pelotudo que se pasa el tiempo pensando cosas para los demás, sin dejar de
pensar en mí.
Igual no es todo. Me hace sentir
mal leer libros, más bien que mal, pero no hay mal que por bien no venga,
entonces me hace el doble de bien, pero más mal me hace saber que los refranes
a veces son mentira. A veces pienso que me las sé todas, hasta que me doy
cuenta que no, que sé sobre determinadas áreas y determinadas cosas, pero
todavía no determino donde va a terminar, por eso sé que no se nada.
Platón, indeciso de mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario