Describirse a uno mismo no es tarea fácil, o al menos eso pienso. No siempre la imagen que uno tiene de si mismo es la misma que los demás tienen de uno.
Por mi parte soy, corríjanme si me equivoco, alegre. De sonrisa fácil y carcajadas estridentes. Gritona. Espontánea al hablar. Necia en las discusiones, más sin embargo, reflexiva en soledad. De ideas claras, pero acciones confusas. Despistada por naturaleza. Torpe como ninguna. Ordenada en mi desorden. Amante del sol, la luna y las estrellas. Soñadora de utopías. Valiente por cobardía. Esclava de la libertad. Romántica a mi manera. Testaruda como pocas. Sobre protectora con los que quiero. Persistente en lo que quiero. De pensamientos maduros y acciones infantiles. Fría con mis sentimientos. Compradora compulsiva. Pésima ahorradora. Descoordinado al bailar. Aficionada a la música. Madrugadora por obligación. Dormilona por vocación. De mal carácter cuando me enojo. Seguidora de mis deseos y bastante contradictoria con los temas del corazón.
Una adolescente simplemente compleja. Fácil de conocer, pero difícil de comprender. Un persona con gustos, preferencias, aficiones y adicciones. Alguien más defectos que virtudes pero, aún así, una adolescente feliz.
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